Tras pedir fondos europeos para poner en marcha el proyecto de red Wi-fi pública gratuita (conexión a Internet inalámbrica), y tras llevar a cabo multimillonarias inversiones, al final nos encontramos con una prueba más de la nefasta gestión de recursos y de fondos públicos con que hace gala este consistorio. Porque resulta que el Wi-fi está, pero en la práctica es inusable, inservible.
Por un lado, porque para acceder tienes que solicitar "insitu" una contraseña (no puedes hacerlo ni siquiera "online", se ve que aún los políticos municipales continúan en la edad de piedra), en un procedimiento bastante engorroso. Y, luego, sólo podrás conectarte media hora. Es decir, podrás entrar y salir.
¿Es que nadie les ha dicho que, con la cantidad de sobrecarga que tienen las páginas web actuales -también las de organismos públicos, sobre todo- pesan muchísimo y cuesta un mundo descargarlas para visualizarlas? ¿Nadie les ha dicho a esos "lumbreras" que en muchos navegadores -sobre todo los ordenadores más antiguos y de poca potencia- es decir, a los supuestos "destinatarios" de este servicio, se tarda más de cinco o incluso diez minutos en poder navegar por determinados sites? ¿Qué clase de cabeza cuadrada ha hecho el estudio para implantar este horrendo y desastroso Wi-fi en Oviedo?
Como todo en éste consistorio, lo hacen sin pensar, sólo para dar imagen y por aparentar. Pero de utilidad al ciudadano, cero.
