Desde hace algún tiempo que se llevan alzando voces de advertencia, pero parece que nadie de los que deberían haber tomado medidas ha hecho caso, y por desgracia eso ha llevado a que el problema vaya en aumento y con solución cada vez más difícil. Estamos hablando de la alarmante escasez de agua en los embalses que alimentan Oviedo.
Hace solo unos días caminaba por algunas de las urbanizaciones de la zona del Parque de Invierno en Oviedo. Allí, tranquilamente y sin que nadie dijera nada, uno de los porteros "tiraba" agua a mansalva a los setos y zonas verdes, como si fuera lo más normal del mundo.
Claro que no es culpa de esos ciudadanos, porque es algo que ven hacer a los servicios municipales día sí, y día también. Notorio fue el caso -que denunciamos aquí, por cierto- de FCC "baldeando" todas las aceras de Monte Cerrao con camiones cuba que se abastecían de la red pública, mientras a la par desde el ayuntamiento se aconsejaba a los vecinos no derrochar agua. Incongruente que un servicio municipal vaya contra las recomendaciones que dicta su propio ayuntamiento.
Y si hablamos de servicios municipales, seguimos viendo las cubas de FCC arrojar miles de metros cúbicos del preciado líquido cada fin de semana en el Oviedo antiguo. Bajo la excusa de que es para limpiar las zonas de ocio de la basura nocturna y adecentar la calzada, echan sin ningún miramiento cubas enteras de agua al suelo. Supongo que para ellos no hay otra forma (o no saben) de limpiar las calles, deberían aprender de los municipios del sur de España, que también cuentan con zonas de ocio (y mucho más grandes que las ovetenses en algunos casos) y no dejan de limpiar las calles.
A esto se le añade el peligro para los peatones, porque más de un paseante se llevó un buen susto al resbalar por el empedrado que, inundado a esas horas, desliza sobre algunas de las baldosas "de la era gabinaica" ya gastadas o pulidas, como hielo.
Eso no es todo. Hasta hace cuatro días, y mientras en los medios públicos se daba la voz de alarma respecto a los embalses que abastecen Oviedo, los operarios nocturnos de FCC continuaban baldeando calles echando a las alcantarillas miles de metros cúbicos de agua tan despreocupadamente.
Obviamente, no toda la culpa es de FCC, todos recordamos los riegos sobre riegos (incluso en plena lluvia) de la subcontrata de jardinería, que lleva las zonas verdes en Oviedo, o a la recién adquirida contrata de jardineras (la empresa Brócoli) que se la puede ver habitualmente regando a diestro y siniestro sin que a nadie parezca importarle lo más mínimo.
Es evidente que las jardineras hay que mantenerlas bonitas, para que -al menos en apariencia- queden bien en las fotos, pero en los tiempos que corren y con la tecnología actual hay soluciones mucho mejores, y hay alternativas de plantas también muy bonitas que no tienen tanta demanda de agua y son mucho más resistentes, y no quedan mal. ¿Por qué eso no se incluye en los pliegos de condiciones cuando se saca a concurso un servicio de este tipo? Además, no se entiende por qué haya que poner en todas las jardineras cyclamen, por mucho que esa planta guste a no se sabe quién. También es importante un buen aislamiento, y un sustrato adecuado, algo que, tras ganar el concurso, a la mayoría de contratas de zonas verdes les importa un rábano.
También es cierto, finalmente, que una gran proporción del desperdicio de agua ocurre en los hogares y en las comunidades de vecinos, una tarea -sobre todo las comunidades de vecinos, a los dueños de las urbanizaciones les gusta ver su césped bien verde- pendiente todavía. Pero mientras desde las administraciones públicas se invierta en campañas de sensibilización, y sean luego esas administraciones las más derrochadoras con el agua, es difícil que cambie nada. Se debe empezar por dar ejemplo uno mismo, y mientras eso no ocurra y los servicios que son de responsabilidad municipal no cambien su estrategia, será muy difícil que el resto cambie. ¿Con qué derecho le vamos a pedir a un vecino que cierre el grifo, si luego lo tienen abierto toda la mañana tirando agua para evitar contratar a más personal que limpie una calle? Al final buena parte de esa culpa es directa de esas subcontratas que solo miran sus cuentas y en las que domina la avaricia y la codicia que, como empresas privadas que son, no miran el bien común, sino su cuenta de resultados. Y si baldear una calle les ahorra contratar a cinco operarios para barrer o para recoger basuras, lo harán, aunque a costa de ello queden los embalses vacíos y el futuro de los ovetenses hipotecado.