Somos conscientes que cuando alguien es un personaje público, ciertas cosas van con el cargo, como a veces enfrentarte a cuestiones bastante personales e incluso íntimas, como la imagen o la belleza. En este blog al alcalde de Oviedo le hemos "puesto a parir" muchas veces, pero siempre en sus actos y decisiones como cargo público, nunca por su imagen. Nos parece demasiado grosero llegar a niveles de descalificaciones personales y desde luego eso es algo que trataremos siempre de evitar.
Sin embargo, la pasada semana en la que el alcalde de Oviedo, Agustín Iglesias Caunedo, tuvo que enfrentarse a las preguntas en un chat por Internet con varios lectores de el diario El Comercio, en lugar de preocuparse por la buena gestión de la ciudad a algunos parecía más preocuparse por cuestiones de prensa rosa. Uno de ellos, que firmaba con el pseudónimo de "Fofisano" (de "fofo" y de "sano", ya supondréis por qué), le planteó al alcalde que adelgazara quince kilos y que empezara a hacer vida sana a cambio de un voto.
Creo que meterse en cuestiones personales sin saber ni conocer a la otra persona, y tanto meterse con su físico (por ser alto, gordo, bajo o delgado, o calvo o con melena, da igual) se sale con bastante de lo que debería ser una relación rica entre votantes y los representantes de los partidos. Esperemos que las próximas personas que participen en ese tipo de eventos como son un chat y planteen preguntas, no cometan semejante falta de educación.
Por cierto, que es muy curioso que la mayoría de preguntas las hayan dedicado a rogarle al alcalde intervenciones en materia de obras y construcciones... ¿En serio no hay problemas más importantes en Oviedo, como el desempleo, en lugar de tanto ladrillo y edificios, la mayor parte de ellos luego infrautilizados?