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Algo tiene que cambiar en VIPASA


Hace unos meses acompañé a una familia a ver uno de los pisos que VIPASA posee en régimen de arrendamiento. Su mala situación económica, con todos sus miembros en paro, les había obligado a solicitar una vivienda más asequible al no poder recurrir al mercado habitual de la vivienda.

Aunque el piso que VIPASA les ofrecía no se encontraba ni mucho menos en un núcleo urbano ni céntrico,, para ellos cualquier solución era buena y les valía casi cualquier vivienda en el lugar donde fuera.



La sorpresa llegó cuando el empleado de VIPASA les pide por el alquiler casi 400 € y, además, les exige nómina. Lógicamente si esta familia pudiese correr con alquileres de semejante magnitud, y tuviese un trabajo con nómina, no les habría hecho falta recurrir a VIPASA, podrían haber alquilado por ese precio un piso en cualquier núcleo urbano de Asturias, sin necesidad de irse a rincones alejados como estaba situado el de VIPASA.

En VIPASA entonces explicaron que ellos no ofrecían viviendas sociales, en realidad nos confesaron que habían adquirido un volumen de pisos tal a las constructoras, que ello les suponía unos gastos monstruosos al mes y que, por ello, querían amortizar esos enormes desembolsos que habían tenido que hacer. Más o menos lo que estaban diciendo es que querían que los inquilinos de VIPASA les pagasen sus errores de gestión.

Lo que no entiendo es que, si disponen de tantos pisos, ¿por qué no se los dan a esas miles de familias asturianas que están pasándolas francamente mal, y que se encuentran al borde de la calle, en lugar de intentar medrar con ellos? Es totalmente inconcebible.

Desde luego en VIPASA algo tiene que cambiar, no pueden continuar así porque van ellos al desastre y empujan con ellos a todos los poderes públicos que, con el dinero de todos los asturianos, les mantienen. Y lo más dramático es que les mantienen en la ineficencia, con una bestial bolsa de viviendas en stock de las que se quieren aprovechar y desviándose de su principal cometido: ofrecer acceso a la vivienda a todos los asurianos.

Tal es así que la Consejera ha decidido cambiar la gerencia de la empresa pública, llevada a cabo con enorme desacierto hasta ahora por Jesús Ramón García. Esperemos que la nueva dirección que está por llegar no siga prolongando y cometiendo los mismos errores de la anterior.