La red gratuita de Oviedo Wifi, que se suponía iba a dar acceso gratuito (aunque limitado) a todos los habitantes de la ciudad, es otro de esos grandes proyectos que el anterior equipo de gobierno empezó y que nunca terminó, como el que iba a ser Palacio de Justicia, hoy convertido en un lujosísimo apeadero de palomas y mofa de todos los que visitan la ciudad.
Tras montar toda la infraestructura para llevar la señal wi-fi (ahora mismo están los routers colgados de los puestos muertos de risa) por diversas zonas, comprar, adquirir y montar los routers, y poner en marcha a bombo y platillo el servicio, apenas duró dos meses. Hoy en día no se puede acceder a internet, aunque de hecho la red nunca funcionó muy bien.
Alguien contrató un servicio pésimo de acceso, consistente en una desviación para cumplimentar un formulario que no funciona con la mayoría de navegadores. Lo peor de todo es que en Oviedo parece ser que nadie es culpable de nada, y contratan un servicio para luego no prestarlo, y no pasa nada. ¿Es que nadie se ha encargado de verificar si eso por lo que se paga funciona bien, es accesible y, lo más importante: utilizable en el tiempo?
Para acceder de manera asidua al que se llamó en su día con el rimponpante nombre de "Oviedo WiFi", se debía dar de alta personalizada (es increíble que un servicio online requiera de una alta presencial, pero bueno) con el DNI, y a continuación tenías que rellenar en el formulario de acceso a la web ese DNI (junto con el nombre del servicio).
Por supuesto todo esto tiene unos culpables, sabemos sus nombres y apellidos y en nuestra manos está cambiarlo, que para eso están las urnas.