Si resides en Oviedo probablemente te hayas encontrado en tu buzón de correo con esa especie de panfleto que el Partido Popular ha ido dejando por las casas durante estas últimas semanas. En su portada aparece el ex-alcalde Agustín Iglesias Caunedo con barba de cuatro días, cual sindicalista, al más puro estilo "obrero del pueblo", en lugar de aquellos elegantes trajes de corbata, rodeado de pompa y lujo, y aspecto intachable y pulcro que se le podía ver lucir en sus tiempos de regidor local.
Pero aparte de ello lo que llama poderosamente la atención es que en sus más de veinte años que estuvieron en el poder, jamás tuvieron ese detalle de enviar periódicos con información a los ovetenses, hacían y deshacían a su antojo -por supuesto, aprovechándose de mayorías absolutas- sin dialogar ni consultar con nadie, y sin prestarle atención a las necesidades reales de la gente. Mientras ellos levantaban balnearios y spas, los ciudadanos de a pie (esa imagen que ahora quiere aparentar el ex-alcalde) eran arrastrados de sus casas y desahuciados. Mientras gastaban millones a manos llenas en palacios y palacetes, los habitantes de Oviedo veían cómo se les quitaban servicios y se los llevaban empresas privadas de nula o escasa eficiencia.
Para eso no había folletos, ni explicaciones, ni se molestaban en editar panfletos.
Pero lo auténticamente penoso del panfleto del PP es que, en lugar de aportar soluciones, sus páginas están llenas de rabia, como si quisieran vengarse de todos por no estar ellos ocupando el sillón de la alcaldía. Se dedican a rebuscar miserias ajenas cuando ellos son los primeros (y los que más) esconden. Hablan del actual alcalde socialista, Wenceslao López, como un hombre "sin dignidad", o del caso de los palacios, diciendo que es "mentira". La verdad es que si algunos se pusieran a hacer lo mismo y sacasen un periódico de trapos sucios de la época del PP en Oviedo no podríamos hacerlo en un panfleto de cuatro páginas como éste: toda la enciclopedia británica no bastaría.
Por supuesto, no hablan que en dos años el tripartito ha hecho más por la gente, convocando asambleas ciudadanas, llamando a la participación, ejecutando acciones perentorias, que ellos en veinte años y, encima, con una cuarta parte del dinero que ellos llegaron a manejar. No hablan del abandono en que han dejado el "amago de urbanización" de la Manjoya, con calles y farolas en donde se han invertido cientos de miles de euros de dinero de los ovetenses, convertidos en hogar de mosquitos y perros vagabundos. No hablan tampoco del "monumento al despropósito" que levantaron a la entrada de Oviedo, en lo terrenos de la antigua FEVE, a la salida de la autopista, ni la brutal lista de personas en el más absoluto desamparo que ellos empujaron a la miseria, ni de las "tarjetas blue" sólo para unos pocos privilegiados, que ahora han salido a la luz. De eso no dicen nada. Eso para ellos no existe.
Ellos, que han gobernado por y para óperas, banquetes y decorados de cine con farolas "vintage" que al final tuvieron que desenchufar por su excesivo consumo, ya no se les ve luciendo sonrisa yendo a conciertos y espectáculos. Eso lo dejan para tiempos mejores. Quizá para la próxima edición del panfleto, si vuelven a la alcaldía. Entonces probablemente Caunedo volverá a afeitarse y a lucir caros trajes.